Sin duda, uno de los momentos más esperados del embarazo es asistir a cada ecografía para poder ver y sentir a su hijo(a). Sin embargo, este sentimiento de emoción que viven los padres también se mezcla con la expectación de ver el crecimiento y avance esperado. Por esta razón, ¿qué ecografías no debes saltarte y qué rol cumplen en cada semana? Aquí te contamos más:
Las ecografías o exámenes de imagenología se utilizan para detectar y prevenir “los casos de mayor riesgo tanto de la madre como del feto”, así lo manifiesta el ginecólogo y coordinador de la Unidad Ginecoobstetra de Clínica Alemana Osorno, doctor Miguel Loaiza.
Su objetivo principal, tal como lo asegura el doctor Loaiza, es obtener las características y conformación general de la guagua, la placenta y el líquido amniótico entre otros.
Estos exámenes, permiten evaluar:
• El crecimiento y desarrollo físico del bebé.
• Edad gestacional.
• Peso y talla del feto.
• Placenta y líquido amniótico
• Patologías fetales y maternas
• Pesquisar factores de riesgo
Por esta razón, es fundamental que “la embarazada siga las indicaciones de su médico y se realice los exámenes que están estandarizados en todo el mundo, y que son los básicos para lograr un buen resultado perinatal”, agrega el especialista.
¿Qué se puede detectar a través de las ecografías?
En la primera ecografía que se hace antes de las 10 semanas, se realiza para confirmar el diagnóstico del embarazo, su ubicación, edad gestacional y número de embriones.
La segunda ecografía se realiza entre la semana 11 y 14, con el objetivo de evaluar la anatomía fetal, descartar o sospechar anormalidades estructurales relevantes, como por ejemplo algunas cardiopatías, sistema nervioso central, esquelético, entre otras.
“Es aquí cuando es posible determinar el riesgo y prevenir en aquellas pacientes que pueden desarrollar preeclampsia. Es clave la administración de ácido acetilsalicílico (aspirina) como medida preventiva en pacientes de alto riesgo. Pero ojo, esto se efectúa cuando ha sido diagnosticado a tiempo entre las 11 y 14 semanas”, declara el experto en ecografías.
También en este examen, se puede detectar el riesgo de anomalías cromosómicas, como el Síndrome de Down. Esto se hace a través de la medición del espesor del tejido de la región de la nuca o translucencia nucal, la presencia del hueso nasal, el flujo en el ductus venoso, entre otras.
El diagnóstico de género tiene un margen de error a esta edad gestacional, por lo que no se recomienda informar.
En la tercera ecografía, la cual se establece entre la semana 22 y 26 de embarazo, se estudia de manera detallada la anatomía fetal y la irrigación uterina placentaria.
En esta etapa se puede diagnosticar alteraciones anatómicas mayores y menores, como también el crecimiento fetal, características de la placenta, así como también el riesgo de un parto prematuro, mediante la medición del cuello del útero, lo que permite hacer manejo preventivo de un problema de alta relevancia en la salud perinatal.
A nivel de la madre ¿qué enfermedades o problemas se pueden diagnosticar a través de las ecografías?
Hay patologías directamente relacionadas como es el caso de placenta previa, es decir, cuando la placenta obstruye total o parcialmente el cuello del útero de la madre. Otra situación es la pesquisa de una placenta anormalmente inserta o acretismo placentario, muy importantes para planificar el parto.
Ecografías que no te puedes saltar:
Las principales ecografías que no puedes dejar de hacer son:
• Semana 11 a 14: donde se realiza el primer estudio morfológico del feto, el cálculo de riesgo genético y el cálculo de riesgo de preclampsia.
• Semana 20 a 24: se analiza de manera detallada la anatomía o morfología fetal y se pesquisa el riesgo de parto prematuro y preeclampsia nuevamente.
• Semana 34 a 35: se determina el adecuado crecimiento fetal ya en la etapa final del embarazo. Se revisa placenta, cordón umbilical y líquido amniótico.
Tipos de ecografías
Existe la convencional bidimensional que es el ultrasonido obstétrico clásico, la cual puede realizarse vía abdominal o transvaginal.
La ecotomografía doppler, un examen ultrasonido que permite evaluar la circulación sanguínea de la madre y del feto. Además se evalúa la función de la placenta y si se determina el aporte de oxígeno y nutrientes que deberían llegarían al feto.
Las ecografías 3D o 4D (dimensiones) son tecnologías de última generación que permiten visualizar a la guagua de manera nítida. Pero tal como nos aclara el especialista, “la realización de este tipo de exámenes no son absolutamente necesarias”, ya que el diagnóstico fundamental se realiza con el modo convencional.
La nitidez o claridad de la guagua en una ecografía 3D o 4D dependerá de diversos factores como por ejemplo la cantidad de líquido amniótico, la estructura física de la madre, la posición del feto, entre otras, lo que explica que muchas veces no se logren imágenes esperadas.
Cabe mencionar que en Clínica Alemana Osorno y Centro Plaza Bühler están disponibles ecógrafos de última generación y alta calidad para entregar a sus pacientes lo que necesitan. “Tenemos la tecnología, las instalaciones y los médicos capacitados y especializados para entregar el mejor diagnóstico y servicio”.
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