La dieta mediterránea, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, ofrece numerosos beneficios para la salud, incluyendo la reducción del riesgo de enfermedades no transmisibles ¿ De qué se trata?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que la dieta mediterránea puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles como:
- El cáncer
- La diabetes
- Los problemas cardiovasculares, que a menudo están ligados a la obesidad.
Desde el 16 de noviembre de 2010, esta dieta ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Claudia D. Pizarro, nutricionista de Clínica Alemana Osorno, nos explica cómo adaptar este patrón alimentario en nuestro país para mejorar la salud y prevenir enfermedades crónicas.
Beneficios de la Dieta Mediterránea
Las enfermedades crónicas son la principal causa de morbimortalidad en Chile y el mundo, siendo una preocupación creciente en salud pública.
Enfermedades como la cardiovascular (ECV), la diabetes mellitus tipo 2 y el cáncer pueden prevenirse con un mejor estilo de vida, que incluye una dieta saludable. La dieta mediterránea se destaca por:
- Reducir la prevalencia de síndrome metabólico
- Prevenir la diabetes mellitus
- Disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer mamario
- Mejorar la salud cognitiva
Historia y origen de la dieta mediterránea
El concepto de la dieta mediterránea se estableció en los años sesenta con el Estudio de los Siete Países, que mostró que en Italia y Grecia la población tenía una mayor expectativa de vida y menos enfermedades crónicas comparado con Estados Unidos.
Estos beneficios fueron atribuidos a la dieta típica de la región, rica en alimentos frescos y saludables.
El Lyon Diet Heart Study también reveló que las personas que seguían una dieta mediterránea después de un infarto tenían un menor riesgo de sufrir una nueva enfermedad coronaria.
Componentes clave de la dieta mediterránea
La dieta mediterránea se basa en alimentos de alto valor nutricional y fomenta un consumo mayoritario de:
- Frutas y verduras
- Legumbres y granos enteros
- Semillas y frutos secos
- Aceite de oliva
- Yogurt natural
- Huevos, pescados y carnes blancas
- Agua
Además, incorpora con moderación carnes rojas y vino, y evita alimentos procesados y grasas saturadas.
La frecuencia de consumo es fundamental para obtener los beneficios asociados a esta dieta, la cual también promueve un estilo de vida activo.
Componentes bioactivos y sus beneficios
Los componentes bioactivos de la dieta mediterránea que promueven sus beneficios son:
- Antioxidantes: presentes en verduras, frutas y aceite de oliva.
- Fibra: encontrada en verduras, frutas y granos enteros.
- Fitoesteroles: presentes en legumbres, frutos secos y cereales.
- Ácidos grasos monoinsaturados: en aceite de oliva y aceitunas.
- Ácidos grasos omega 3: en pescado y semillas.
- Probióticos: presentes en yogurt, vinagre y kéfir.
Ejemplo de minuta mediterránea
- Desayuno: Agua, yogurt natural con avena y mix de semillas (nueces, chía, almendras).
- Colación: Fruta natural.
- Almuerzo: Agua, ensalada de tomates, guiso de lentejas con verduras y huevo duro.
- Opcional: Manzana asada
- Colación: Leche semidescremada con avena.
- Cena: Agua, ensalada de lechuga, merluza con salteado de verduras.
Adoptar la dieta mediterránea puede ser una excelente manera de mejorar tu salud y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. ¡Empieza hoy y siente la diferencia!
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